En el 2006 y 2008 Zurich recibió el título de ciudad con mayor calidad de vida para vivir. Algo que se aprecia fácilmente en sus calles, en el entorno saludable, en el aire puro que proviene de los Alpes. La belleza y los colores de su paisaje nos invitan a descubrir una ciudad de tendencias. A orillas del río Limmat, dicen los propios suizos que es el paraíso de las tiendas, el arte y la movida nocturna.
Para disfrutar de este gran ambiente nada mejor que pasear junto a la ribera del río por una de las calles más comerciales y animadas de Zurich. La Limmatquai conecta el Bellevue con el centro histórico, y en ella veremos tiendas, residencias de antiguos gremios y comerciantes y mucho movimiento. Turistas y lugareños aprovechan el buen tiempo del verano para sentarse en sus terrazas al abrigo del río.
En nuestro caminar por esta calle encontraremos algunos edificios de interés, como la Grossmunster (una de las tres iglesias principales de la ciudad y que, según la leyenda, fue fundada por Carlomagno en el siglo XII), la Iglesia de Agua o Wassekirche (de mediados del XIII y otro de los grandes templos de Zurich), el Rathaus o Ayuntamiento (construido a finales del XVII en estilo barroco) o el edificio del Parlamento.
Una calle llena de gente durante todo el día, pero que adquiere distintos aspectos a lo largo del mismo. Todas las mañanas es un bullicio constante de gente visitando sus tiendas y cafeterías, mientras que a la caída de la tarde se vuelve un rincón mucho más romántico y tranquilo. Os recomiendo este último momento, cuando el sol comienza a esconderse en las montañas del horizonte. Desde la Limmatquai se atisba una de las mejores estampas de Zurich.
Se puede también hacer un pequeño paseo en barco por el río Limmat para apreciar aún más la belleza pintoresca y el carácter animoso y popular de esta calle. Muchos poetas suizos han definido a Zurich como si de un romance en el agua se tratara. Estoy convencido que Limmatquai les ha servido de inspiración para dicha expresión.
Foto Vía Claudio Stefanutti