Lucerna, con encanto medieval

Lucerna

Si hay una ciudad suiza que el tiempo parece no haber tocado es Lucerna. Sus edificios, calles y plazas permanecen tal y como estaban en la época medieval y su gente vive entre el pasado y el presente con absoluta comodidad, disfrutando de su historia con las ventajas de la tecnología moderna.

Lucerna es el nombre en italiano y Lucerne en inglés en francés, y la ciudad es muy famosa desde que a fines del siglo XIX la Reina Victoria fuera a pasar unas largas vacaciones allí, de incógnito. Hoy es visitada por más de 5 millones de turistas al año y venga, vale la pena ser uno de ellos.

El río Reuss cruza la ciudad y a ambas orillas del mismo hay casas medievales, casas pintadas al fresco, antiguos ayuntamientos, capillas, iglesias y el famoso Kapellbrücke. Un conjunto pintoresco y bien conservado que es una verdadera maravilla para los ojos. De hecho, podemos usarla ciudad como base para explorar la región ya que Lucerna es la capital del cantón del mismo nombre y es el centro cultural y comercial de la Suiza interior.

Hablando de cultura, allí tenemos muchos museos y galerías de arte dignas de visitar, como el Museo del Transporte y la Galería Picasso.

Lucerna

También podemos tomar un barco de recreo que recorra las aguas del río para contemplar así el perfil costero de la ciudad y pasar por debajo de los numerosos puentes medievales, cual Venecia: el puente de la Capilla o el Viejo Puente de los Molinos de 1408. A pie, podemos recorrer la parte antigua de Lucerna que está ubicada en la orilla norte del Reuss con sitios que datan de 1600, 1700 y el siglo XVIII. Precisamente allí está la Galería Picasso con una colección donada por una familia amiga del pintor, los Rosengart, con cuadros, dibujos, cerámica, bosquejos y fotografías.

Caminar por esta ciudad es un placer para los sentidos, todo es tan limpio, tan ordenado, tan prolijo que como os dije el tiempo parece no haber pasado para ningún edificio, puente, monumento o plaza. Por último, debemos ver lo que queda de las murallas y las nueve torres defensivas del siglo XV, el Jardín de los Glaciares (erosión en las rocas debido a los glaciares que hubo hace miles de años en Europa), y los museos dedicados al músico Richard Wagner o el de Historia Natural. Y claro, hay que sentarse a beber un café con chocolates y disfrutar de la vida nocturna los fines de semana.

Ah, una última cosa, aquí se habla alemán y el dialecto lucernés del alemán suizo.

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Comentarios (2)

  1. Rosa Elena dice:

    Qué belleza de ciudad! Vivo en Venezuela donde hay paisajes bellisimos, pero lamentablemente no hemos tenido surte con los gobiernos desde hace 50 años, todos son corruptos y este último la suma por dos de todos los anteriores.
    Suiza me encanta, todo limpio y resplandeciente, todo tan antiguo y moderno a la vez ..! Pido a Dios que sigan conservando todo su ambiente y cultura, porque han hecho un paraiso en la tierra ! Dios les siga bendiciendo!!

  2. Mario dice:

    Me fascinan los opositores venezolanos. Aprovechan cualquier espacio para criticar al gobierno. Sin embargo tienen el dinero suficiente para viajar por Europa.