Bonigen, lugar de descanso
Suiza está repleta de pueblos idílicos donde se quedaría a vivir. Da la sensación de que nada malo puede pasar en estos pueblos de casas bonitas, lagos espejados, montañas nevadas y fríos inviernos, ¿no es cierto? Pero bueno, uno de estos pequeños paraísos privados es el pueblo de Bönigen, un lugar que vive de vacaciones.
El pueblo descansa sobre la orilla izquierda del lago Brienz y sus casas son simplemente maravillosas: están decoradas con madera tallada, bien conservadas y pintadas a mano y ubicadas a lo largo de calles pintorescas, parecen sacadas de una postal. Lo mejor para conocer aspectos de la historia de Bönigen y su hermosa arquitectura es contratar un city tour que no dura mucho y es bastante educativo. Después, se trata simplemente de disfrutar.
¿De qué? Pues de todo. Del hermoso paisaje, de los paseos por la ribera del lago, de sentarse en un bar a beber una cerveza bajo el sol cálido del verano o disfrutar de un concierto nocturno a orillas de las aguas. No hay mucho mas para hacer y ahí radica su encanto, pero si sois mas inquietos pues tampoco hay de que preocuparse porque Bönigen está realmente cerca de la región histórica de Brienz-Haslital, en el cantón de Berna, los valles Lütschinen, muchos centros de excursión, el Museo de Ballenberg al aire libre y otros pueblos de montaña cercanos y accesibles como Wengen, Mürren o Grindelwald. Incluso, no hay que perderse un viaje en barco de vapor por el lago.
Si vamos a mediados de octubre podremos ser testigos de la Carrera del Lago Brienz, una carrera que ya tiene 50 años y cuyo circuito da la vuelta al lago e incluye varias disciplinas de maratón. Hasta Börigen llegamos en coche desde Basilea, Zurich o Ginebra por la autopista que va en dirección a Berna, Interlaken o también desde Lucerna. O en tren o bus, desde Interlaken , ya que está a solo 5 minutos de este otro lugar.

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