El Castello Visconteo, en Locarno
En el Cantón de Ticino se ubica Locarno, una ciudad que goza del clima mas suave de todo el país y que descansa a orillas del delta del río Maggia. Se dice que Locarno tiene 2300 días de sol al año y se puebla de camelias en flor a partir de febrero por lo que también los románticos la llaman «dama de las camelias«.
Os hemos hablado antes de Locarno, sobre su Iglesia Madonna del Sasso, una iglesia antigua ubicado sobre la ciudad y destino de peregrinación, pero lo cierto es que Locarno tiene un bonito casco histórico con una plaza animada, la Pizza Grande, rodeada de elegantes casas y cafés callejeros.
Pero si uno alza la vista además de la iglesia lo que ve también es una construcción de piedra, un castillo antiguo que se llama Castello Visconteo apretado alrededor de una torre. Fue construido en el siglo XIII por la familia Visconti y hacia el año 1513 sirvió a sus fines defensivos pues otra familia, los Milaneses, tomaron el control de la región del lago Maggiore y entonces el castillo sirvió para albergar soldados. Fue destruido parcialmente en 1531 por lo que tuvo que ser reconstruido.
Se trata de un edificio hermoso que sufrió muchas más restauraciones a lo largo de su extensa vida. Tiene varias salas con cielos rasos incrustados y un patio interno del siglo XV. Aquí funciona hoy el Museo Arqueológico de Locarno y el Museo Cívico. El primero es reconocido internacionalmente por su rica colección de floreros valiosos y copas de cristal sopladas a mano y también por sus muchos objetos que datan de la época de los romanos.
Junto al castillo encontramos una fortaleza, el Rivellino, cuyos documentos históricos versan sobre la obra del genial Leondardo Da Vinci, así que en resumidas cuentas si ponemos un pie en Locarno debemos subir a ver la Iglesia de la Madonna de Sasso, los museos en el Castello Visconteo, el Rivellino, las iglesias antiguas y las majestuosas residencias de los nobles de la zona. Un café en la plaza bajo el sol y el aire mediterráneo tampoco vendrán mal.

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