Excursión al desfiladero Vía Mala
Si te gustan los paisajes hermosos con montañas rocosas que recortan el cielo, cavernas, ríos subterráneos y una geografía que parece haber sido apretujada hace cientos de millones de años, entonces Suiza es especial para ti. Creo incluso que es un país que se disfruta más en verano pues en invierno fuera de practicar deportes gran parte de las bellezas naturales quedan inaccesibles debido a la ferocidad del clima.
Por eso, ir en verano o primavera es la mejor época para poder caminar, trepar, admirar y disfrutar de todos sus paisajes y no solo de las pistas de nieve. Bien, que entre los pueblos de Thusis y Andeer, en el valle Domleschg (el valle con mas castillos de toda Europa), hay un sitio que quita el aliento.
Se trata de la Garganta Vía Mala, un desfiladero demoníaco que mide 6 kilómetros de largo y que se entierra 500 metros en la tierra entre muros de piedra caliza rumbo al río Hinterrhein. Las aguas tumultuosas y su fuerza han dado origen a extraordinarias formaciones rocosas y los aventureros que quieran ir a echarle un vistazo mas de cerca a esta entrada al Averno puedes descender los 321 escalones que llevan hacia abajo.
En este extraño camino es posible ver un viejo puente que data de 1739, alguna vez parte de la Vía Mala, un camino de mulas que bordeaba la roca y que solía usarse por comerciantes y animales de carga que iban de norte a sur. Lo cierto es que escalar después los 321 escalones de vuelta deja sin aliento a cualquiera.
Pero venga, que Goethe hizo este mismo camino en mayo de 1788 en su viaje rumbo a Italia y aunque por aquí no hay ninguna huella de su paso en bosquejos y anotaciones de su itinerario nombra el paso por Vía Mala, un sitio amado por los naturalistas. Y como detalle, en la entrada desde Thusis hay todo un camino repleto de esculturas de madera.
Para llegar hasta aquí puedes tomar la autopista A13 rumbo a San Bernardino y salir en Vía Mala y puedes tomar el autobús postal desde Thusis.

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