El Museo de Hermann Hesse, en Montagnola
El 2 de julio de 1877 nació en Calw, Baden-Wurtemberg, Hermann Hesse, el escritor, novelista, poeta y pintor que nos encantaría con sus obras mas conocidas, El Lobo Estepario y Siddharta. Hesse estudió en Alemania y en Suiza, tuvo varios trabajos y algunos problemas mentales hasta que en 1896 publicó su primera novela y posteriormente, en 1903, su primer éxito: Peter Camenzid.
Muerto su padre y fracasado su matrimonio se muda a Suiza y allí se hace ciudadano en 1921. Se casa tres veces, tiene 3 hijos del primer matrimonio y con su tercera mujer se queda hasta su muerte a los 85 años, en el pueblo de Montagnola que hoy le recuerda con un museo.
El Museo Hermann Hesse trata de rendir homenaje a este artista que vivió en la villa de Ticino desde los 42 años hasta la noche de su muerte. Este lugar, tranquilo, de cielos claros y aire puro, con bosques en los alrededores, hizo su efecto de bálsamo sobre el carácter del escritor y por eso aquí se puede decir que finalmente descansó.
Montagnola es una villa suiza pero el hecho de estar en la frontera tan cerca de Italia hace que no sea un pueblo de montaña aislado y se respire en el aire cierta atmósfera cosmopolita. Aquí Hesse realizó la mayor parte de su obra pictórica, la parte menos conocida por todos de sus habilidades.
El Museo Hermann Hesse funciona en la Torre Camuzzi y se abrió en 1997, marcando el 120 aniversario de su nacimiento. La habitación principal tiene alfombras tejidas que fueron regaladas al autor, libros de su biblioteca personal y algunas prendas de su guardarropas están colocadas en vitrinas. Pero lo mejor está en su colección de cartas ya que Hesse mantenía una relación epistolar muy fluida con mucha gente conocida: Mann, Freud y Adenauer, por ejemplo.
A Hesse le encantaba escribir cartas y las contestaba todas, incluso las de sus lectores y especialmente las de sus hijos. Se habla de 35 mil cartas y algunas de ellas incluso tiene curiosas y bonitas ilustraciones de los paisajes de Ticino. Bien, que en esta encantadora villa suiza Hesse está en cada esquina, si bien lleva muerto algunas décadas todavía hay gente que le recuerda, y si te gustan sus obras, ¿qué tal un paseo por el Museo de Hermann Hesse?

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