Oí nombrar a Le Corbusier por primera vez en la universidad, hace ya varios años, y durante algún tiempo anduve observando el diseño arquitectónico y el diseño de los objetos con mayor atención. Debo decir que desde entonces admiro la genialidad de este arquitecto y artista suizo nacido en La Chaux de Fonds en 1887 y muerto en la Costa Azul francesa en 1965. Con mi amigas le decíamos simplemente, Le Corbu.
Nacido Charles Èdouard Jeanneret-Gris, Le Corbusier es hoy en día uno de los exponentes mas sobresalientes del llamado Movimiento Moderno en la arquitectura y uno cuyo pensamiento caracteriza el siglo XX. Se educó en París, donde adoptó el seudónimo que lo haría famoso jugando un poco con el apellido de su abuelo materno (Lecorbésier), pero sus padres eran a su modo artistas así que también lo influyeron.
Su padre aplicaba laca a las cajas de relojes y su madre era profesora de música y pianista. En Suiza Le Corbusier aprendió el arte del grabado, conoció la pintura y después descubrió la arquitectura, diseñando ya en 1905 su primer edificio. Los edificios poblaron sus diseños en los siguientes años aunque para el estilo que lo hace tan propio deberían pasar algún tiempo más.
Dedicado casi por completo a la arquitectura aprendió mucho sobre las técnicas de construcción de la época, donde asomaba el hormigón armado, viajando y dictando conferencias y clases en todo el mundo. Cobró fama y prestigio y se dedicó a diseñar edificios y hasta proyectos urbanísticos más generales. Pero también era un pensador de la arquitectura, un gran teórico, así que hay varios libros suyos editados explicando su mayor pensamiento: la vivienda es una máquina para vivir.
Es decir, la vivienda ha de ser funcional pero no desde el punto de vista práctico sino metafísico. Es un espacio para vivir y por ende debe ser bello porque la belleza debe repercutir en el estilo de vida de sus ocupantes. ¿Y cuáles son las características de una construcción con el sello Le Corbusier? Pues los pilotes que elevan la casa y permiten que el jardín pase por debajo de ella, la terraza-jardín como espacio aprovechable y aislación térmica, la fachada libre, la ventana longitudinal que abarca todo el ancho de la casa y la planta libre.
Bueno, ¿tienes algún inspirado en el genio suizo de Le Corbusier cerca de tu casa? No te preocupes, de vacaciones en Suiza puedes ver el Edificio Clarté en Ginebra, el Centro Le Corbusier en Zurich y la Villa Falet en La Chanux de Fonds.