El Castillo de Neuchâtel
Os hemos hablado antes acerca de Neuchâtel, una comuna y ciudad suiza que está sobre el lago del mismo nombre, cerca del Jura. Aquí se habla principalmente francés y es una ciudad antigua, milenaria, que se suma a la Confederación Suiza en 1804.
Neuchâtel está a apenas 34 kilómetros de Berna y a 106 km de Ginebra así que llegar hasta aquí es muy fácil y por ende, imperdonable es que no la visites. El caso es que entre el lago y el río Seyon hay una tierra rocosa que es el sitio ideal para una fortaleza. De hecho, la hay pues es el sitio del Castillo de Neuchâtel.
Este castillo se construyó en el siglo X y fue el que le dio el nombre al pueblo: Novum Castellum, Novun Castrum, Neocomun, Neufchastel, Neufchatel y finalmente Neuchâtel gradualmente a partir del siglo XVIII. Esa ha sido la evolución del nombre, ¿qué tal?
Bien, que el castillo fue un regalo que le hizo Rudolph III rey de Burgundy a su esposa en el año 1011. Fue la sede del poder tanto masculino como femenino pues así como hubieron señores hubieron condesas muy importantes y activas que vivieron aquí. El castillo vio pasar los años de la influencia de los Habsburgo, de los Burgundy y de los franceses hasta que finalmente en 1707 cayó en poder del Rey de Prusia.
Como os dije antes, en 1804 el Castillo de Neuchâtel vio formar parte a la ciudad de la Confederación Suiza. En 1848, en el marco de las famosas revoluciones del ’48, los republicanos tomaron el castillo y establecieron un gobierno interino por lo cual Neuchâtel pasó a ser una república.
Bien, que al día de hoy el imponente castillo todavía tiene relación con el poder pues todo el ejecutivo del cantón suele reunirse aquí mismo, también funciona la administración y la Justicia. El Castillo de Neuchâtel puede visitarse del 1 de abril al 30 de agosto y la entrada es gratuita. Hay visitas guiadas en varios horarios del día.
Foto 1: vía Tambako the Jaguar
Foto 2: vía Alain Michot93

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