Los encantos del oriente de Zúrich
Zúrich es considerada como una de las ciudades más hermosas no sólo de toda Suiza sino de todo el continente europeo y es que toda ella parece sacada de un hermoso cuadro. Cuando llegas, al ella lo primero que puedes ver es el contraste de la arquitectura con el río que pasa por su lado y con los picos nevados que están en la distancia, lo que hace que la quieras conocer un poco más a fondo.
Una de las partes que te aconsejo visitar en esta hermosa ciudad de Zúrich es su orilla oriental que está a sólo unos cien metros desde la estación que está ubicada al otro lado del puente Bahnhofbrücke, que está en las orillas orientales del río y en donde hay una gran plazoleta que está decorada con cables pertenecientes al tranvía y que es conocido como Central, que es un buen lugar para empezar un recorrido por allí.
Desde allí puedes entrar al distrito Niederdorf que se extiende hasta al sur por todas las orillas del río, por alrededor de un kilómetro, por el que puedes caminar por su paseo en el que ves todo el paisaje de los alrededores y te encuentras con los locales. Y si quieres comer algo por allí puedes pasar por la peatonal Niederdorfstrasse, que está un bloque hacia el oriente.
Allí encuentras una calle llena con lugares de comida rápida y de bares para beber cerveza, aunque si te parece mucho para tu gusto, puedes seguir caminando por ella y pronto encontrarás pequeñas callejuelas empedradas que puedes empezar a explorar y que seguramente te llevarán hacia lugares un poco más típicos como son aquellas plazoletas pequeñas que están adornadas con fuentes medievales.
Muy cerca de esta parte de Zúrich está el Rindermarkt, que es el lugar donde Gottfried Keller, que en ocasiones se menciona como el poeta nacional de Suiza, que es donde vivió y en donde iba a beber. Si sigues caminando un poco más encuentras Spiegelgasse, que es un lugar que tuvo sus momentos de fama durante la Primera Guerra Mundial, ya que Lenin y Krupskaja se quedaron allí durante catorce días en la casa de Titus Kammerer, antes de regresar a Rusia a liderar la revolución.
Foto 1 Vía: maya-blue
Foto 2 Vía: alainmichot93
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