Un lugar preferido por los amantes del montañismo y del senderismo, la pintoresca villa de Kandersteg ha sido durante siglos uno de los lugares más importantes para los viajeros que cruzaban los pasos de montaña que llevaban hacia el Cantón de Valais.
A pesar de que ahora túneles llevan a los viajeros del norte al sur de Europa sin tener que pasar por allí, este sitio sigue siendo visitado por los amantes del escenario de montaña.
Una de las primeras cosas que tienes que hacer al llegar a esta ciudad es ir a la oficina de turismo que está en la calle principal, justo al lado de la estación de trenes. Este lugar lo encuentras abierto entre los meses de julio y agosto de lunes a viernes de 8 de la mañana a 6 de la tarde y los sábados de 8 a 11:30 de la mañana y de 2:30 a 6 de la tarde. Y entre septiembre y junio de lunes a viernes de 8 de la mañana a mediodía y de 2 a 6 de la tarde.
En este mismo lugar encuentras la escuela de montañismo, que puedes aprovechar para ir a recorrer los impresionantes alrededores naturales de Kandersteg. Esta ciudad históricamente ha sido un sitio de buena hospitalidad y buenos lugares para hospedarse, entre los que se destacan los dormitorios y los hostales de diferentes tipos, en los que normalmente no se incluye el desayuno.
Comer y beber en esta ciudad es muy sencillo, considerando la cantidad de lugares que hay para ello, desde los más simples, pero de calidad, como el bufet de la estación de trenes, hasta los más sofisticados de los hoteles. Te recomiendo por lo menos uno de los días de tu estadía, buscar los restaurantes que te permiten ver los espectaculares panoramas de la villa, así como los que brindan el acogedor ambiente local.
Y después de una buena comida te recomiendo empezar a hacer lo que la mayoría de turistas hacen al llegar allí; explorar los alrededores naturales. Dependiendo de la temporada en la que vayas puedes hacer senderismo en los extensos campos naturales que existen y si vas en el invierno, este es un excelente lugar tanto para aprender como para practicar el esquí.
Foto Vía: Jonty Sewell