La Puerta de Berna en Murten
Bañada por el lago del mismo nombre, Murten es una de las ciudades más bonitas de Suiza. Realmente ya esto es mucho decir, pero el encanto de sus murallas medievales y lo pintoresco de sus calles empedradas y sinuosas nos llevan a poder afirmarlo con rotundidad. Viejas casas y edificios con puertas y ventanas de madera, tiendas subterráneas y unas vistas maravillosas desde sus torres puntiagudas son algunos de sus principales atractivos.
Es una de las excursiones más solicitadas si estamos en Berna, ya que apenas la separan 25 kilómetros de la capital suiza. Precisamente será la Puerta de Berna (Hauptgasse) la que nos reciba si venimos de esta ciudad. Este singular monumento es uno de los símbolos de Murten. Construida en 1778, nada más atravesarla nos situaremos en la calle principal de esta ciudad, con sus ventanas adornadas con flores, las banderas suizas y sus piedras claras.
Pero el origen de esta puerta hay que situarlo ya en el siglo XIII, aunque la original fue completamente destruida durante la Batalla de Murten en 1476, cuando Carlos el Temerario, duque de Borgoña, asedió la ciudad. Desde entonces y hasta finales del XVIII fue reconstruida en varias ocasione, hasta su aspecto actual, diseño de Niklaus Hebler, el principal arquitecto de la época en Berna.
Muy característico de la Puerta de Berna es el reloj que aparece en ella. Data de 1712 (anterior por tanto al monumento y uno de los relojes suizos más antiguos) y aún hoy sigue funcionando perfectamente.
Esta puerta es uno de los grandes hitos que tenemos que conocer del centro histórico de Murten. Podéis acceder hasta la parte superior de sus murallas del siglo XV para contemplar mucho mejor este símbolo de la ciudad. Entrada a uno de los rincones más bonitos y pintorescos de Suiza, un destino que se disfruta en un día y que seguramente os dejará maravillados.
Foto Vía Virtual Tourist
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